El Calendario Azteca (II)

Mar, 15 de Febrero de 2011

El calendario en la historia    año, azteca, calendario, mexica

Como dijimos anteriormente se puede dividir la Piedra del Sol en círculos concéntricos o anillos.

En el primero central se observa al Sol con un rostro humano y objetos propios de un importante personaje, como corona, collar y otros. De su boca surge posiblemente un cuchillo.

En el segundo están representados los cuatro soles previos, jaguar, viento, lluvia de fuego y agua. La quinta Era es la del Sol de movimiento.

En el tercero se representan los veinte días que forman un mes.

El cuarto son cuarenta cuadrados relacionados con Venus.

El quinto son ochenta arcos relacionados con Mercurio.

El sexto con tres rayas paralelas interrumpidas por círculos concéntricos representa a Marte.

El séptimo se supone relacionado con Júpiter.

Y el octavo y más exterior se refiere a la Vía Láctea.

En la Era actual se ha querido ver la lucha contra la ignorancia y lo material para llevar a los humanos a un mundo más espiritual.

Una vez descrita la Piedra del Sol vamos a describir la medición del tiempo por parte de los aztecas o mexicas. El sistema se basaba en tres ciclos, uno ritual, otro civil y un último en relación con Venus. El ritual (tonalpohualli) duraba 260 días. Describiéndolo con el vocabulario actual se puede decir que se dividía en trece meses de 20 días. Cada uno de los 260 días se denominaba con uno de los veinte signos que forman un mes (y que tenían nombres como jaguar, águila, flor, casa, lluvia, …) y un número del 1 al 13. Rotando cada una de las partes conseguimos que hasta pasados 20 x 13 días no se repita ningún nombre. Este sistema es único en el mundo, y nadie sabe como surgió entre las civilizaciones mesoamericanas.

El ciclo civil se basaba en un año de 365 días (xiuhpohualli) y se dividía en 18 meses de 20 días más los 5 días nemontemi (días malos), que cada cuatro años eran 6 al añadir uno nuevo, para ajustar el calendario (nuestro año bisiesto). Y para lograr la mayor precisión cada 130 años se quitaba un nemontemi, consiguiendo una mayor exactitud que el calendario gregoriano actual.

Los dos ciclos ritual y civil transcurrían a la vez, y cada día tenía denominación en los dos ciclos. Por tanto para hacer coincidir el mismo signo en el mismo día debían pasar 52 años civiles o 73 rituales, es decir 18.980 días. Es por ello que cada 52 años se celebraba el comienzo de una nueva serie histórica.

A estos dos ciclos se le suma el ciclo basado en la revolución sinódica de Venus de 584 días (de estos 240 es estrella matutina y otros 240 vespertina, estando el resto oculto). Sin entrar en la explicación de este ciclo, si debemos añadir que cada 104 años solares se repite el principio de todos ellos.

Además de todo ello parece que también utilizaron la cuenta larga de los mayas para medir intervalos de tiempo más grandes, aunque no conocemos su año de inicio o cero.

Esperamos que esta superficial explicación sobre la medición del tiempo mediante ruedas calendáricas haya servido para demostrar la importancia que tuvo el calendario en la sociedad mexica y por extensión en todo el área mesoamericana. Estas sociedades basaron su convivencia en unas prácticas rituales imbricadas en la vida diaria de la sociedad civil, marcadas en cada día del ciclo ritual, sirviendo el ciclo solar para la convivencia diaria y para la buena organización de los trabajos agrícolas y de los días de mercado. Todo ello dió lugar a sociedades pujantes, con un alto grado de desarrollo, y absolutamente jerarquizadas.